EN EL ANCHO DE LA FRONTERA

ENGLISH

NUEVA YORK 1992-2000

Soy un periodista cántabro licenciado en la Universidad del País Vasco. Aunque comencé mi vida profesional en una emisora de la COPE, la fotografía siempre había estado ahí desde niño, de modo que, tanto canto como amaba la radio, acabé mudándome al Nueva York de los noventa con la práctica del fotoperiodismo en mente. Allí tuve la ocasión de aprender con maestros de entonces (Meiselas, Webb, Plachy…), e incluso de trabajar imágenes de muchos de ellos en los laboratorios fotográficos de Manhattan (Duggal, Clone-a-Chrome, US Labs…) donde imprimía para pagar la renta los primeros años. Sentía la gran metrópolis como una irresistible invitación a documentarla. Mis fotos en los complejos de vivienda pública me llevaron a colaborar en las campañas municipales de seguridad ciudadana y me abrieron la puerta de Impact Visuals, una antigua agencia fotográfica en la que permanecería varios años. Pronto comencé a viajar: Medio Oriente, Rusia, África oriental, China… A lo largo de aquella década mis trabajos, sobre todo imágenes pero también textos, fueron apareciendo en Newsweek, Los Angeles Times, US News and World Report, Die Zeit o Cambio 16 entre muchos otros.

*Todas las fotografías que aparecen en las galerías siguientes han sido producidas, sin excepción, por Francisco Lagüera Conde 

 

BERLIN 2002-2010

Con el nuevo siglo, ser padre me empujó de vuelta a Europa. Tras un tiempo en Estocolmo recalé en Berlín. En aquel entonces la capital germana bullía en plena reconstrucción y el fotógrafo documental caía en el vertiginoso proceso de cambio como pez en el agua. Fue aquí donde descubrí el valor de mi oficio como herramienta social, inmerso en fotografiar y promocionar proyectos como el Wagenburg Lohmühle, un grupo de artistas que ocupó un segmento de la tierra de nadie dejada por el Muro para crear una comunidad, aún vigente, basada en la ecología, las artes escénicas y la autarquía, tanto política como energética. O Afro-Karib-Express, otra iniciativa a la que me sumé durante años, que incorporaba el trabajo de artistas a las aulas de un sistema educativo alemán estresado por la pobre relación entre las minorías y el profesorado. “Echando raíces en suelo duro”, una colaboración con la Fundación Heinrich Böll en el norte del país, me acercó a la inmigración de la antigua RDA, su lucha por sobrevivir culturalmente en la Alemania reunificada. A partir de este punto, hace ya más de una década, mi cámara ha estado mayormente enfocada en la inmigración irregular. Otro proyecto posterior, “La exclavitud de la Tierra”, patrocinado por Kulturwerk Bild-Kunst, me sirvió para descubrir la región del Estrecho de Gibraltar. Desde entonces trabajo asiduamente en la zona, tanto al norte como al sur del Mediterráneo, con Almería como base. 

 

ALMERÍA, 2010-2023

Almería es pura zona fronteriza, “puerta de Europa” desde el Sur y pródiga en oferta de empleo no cualificado en el invernadero lo que la convierte en importante reclamo para la inmigración. Abunda, por ejemplo, el inmigrante africano que llega del norte, rebotado desde alguna de las grandes urbes europeas, convencido de que Almería, aun tan ardua y escasa en glamour, ofrece al fin y al cabo una vía factible hacia el asentamiento. Décadas de afluencia incesante han resultado en una gran diversidad cultural aunque con una interacción social compleja, propensa a la marginación, donde una representación visual positiva de las minorías juega su rol. En este sentido, fotografío a menudo en El Puche, un destartalado barrio de la capital habitado por una minoría romaní y una mayoría norteafricana que a pesar de su mala reputación lucha por integrarse en los estándares europeos de esta próspera ciudad andaluza. Junto al tema integración migratoria, Almería me ha dado animismo la oportunidad de trabajar en campos como el de la diversidad funcional a traves de mi colaboración con Verdiblanca, la mayor agencia local de empleo para este colectivo. Actualmente, mi verano transcurre en dos frentes. Por un lado Ketama, en el corazón de las montañas marroquíes del Rif, documentando en torno a la cultura del cannabis como parte un proyecto con el Hemp Museum de Berlín. Por otro, las actividades estivales de Ratibor 14, un collectivo de artistas berlineses que utiliza su espectáculo itinerante para generar activismo frente a la gentrificación.