CLUB BARRANCO
El Barranco del Caballar es una barriada rural a tiro de piedra del centro de Almería; una ocasión para escapar de los rigores urbanos que bien se merece el paseo. Dominio hasta no hace tanto de cabreros y horticultores, la modernidad ha transformado esta rambla rica en frutales y plantas aromáticas en una zona mayormente residencial, con la excepción de un par de cortijos que aún mantienen pequeños rebaños más por afición que por otra cosa. Calma, aire limpio, gente amable. Todo normal y corriente hasta que, de pronto, el sol se nubla por un instante al paso de una gran bandada de palomas con colores tan irreales que, vista por primera vez, evoca al realismo mágico: colombicultura de celo o, en este caso, tarde de competición para un grupo local de aficionados que se hacen llamar Club Barranco. Sin ánimo alguno de promocionarlo, la verdad, tampoco resulta sencillo apartar la lente de algo que, además, también es normal y corriente por estos lares.
*La colombicultura de celo, producto estrella del ocio suburbial en el sur de España, consiste en criar machos de paloma para convertirlos en atletas del apareo. Una vez en plenitud, los elegidos son coloreados con objeto de distinguirlos en el aire mientras compiten acosando a una hembra en grupos de cien. Los concursos conllevan grandes espacios al aire libre donde son seguidos in-situ por grupos de aficionados entre los que jamás se ve a una mujer ni por asomo. Pero a pesar de sus muchos detractores y, más en concreto, del cerco animalista, el palomeo no para de crecer y de mover cada vez más dinero, lo que supone un atractivo para zonas del extraradio que intentan salir del bache.