
PEDIMENTO
Según la tradición romaní, cuando dos jóvenes se gustan y pretenden salir juntos, el novio ha de comunicarlo en casa y convencer a sus padres de que le acompañen donde la novia para ‘pedirla’. Con los patriarcas frente a frente, el padre del novio informa de los sentimientos de su hijo. Una buena señal es que el padre de la novia le pregunte a su hija qué tiene que decir, a lo que ella debería responder cediendo a su progenitor la última palabra. Un acuerdo feliz da paso al ‘pedimento’, una fiesta por todo lo alto en la que las dos familias celebran juntas.